El KBA o cómo pasé un verano entero en Canarias (2)
Probka? Paso de ti...
Lena no sabía español (ahora está aprendiendo a pasos agigantados). Así que
hablábamos con ella en inglés. Eso nos permitió practicar este idioma a pesar de no haber
salido de nuestro propio país. Cada uno chapurreaba lo que podía y casi siempre me
tocaba a mí comunicarme con ella para los mensajes complicados. Por otro lado, como a mí me
encantan los idiomas, me interesé por su lengua natal, el ruso. Así que Lena me enseñó
lo poco de ruso (con acento ucraniano) que sé. La primera palabra que me enseñó fue
Probka, tapón de botella y también atasco. Precisamente estábamos en una guagua
hacia Bajamar en medio de un atasco cuando me la dijo... A cambio, yo le enseñé algo de español, con frases
coloquiales como Paso de ti. Muy gracioso, hasta que un día Lena me la dijo
en serio... qué corte. Pero sólo era una broma.
Era una noche oscura y tenebrosa...
Una noche espantosa. Los bandidos se ocultaban en el bosque. El Capitán se levanta
y dice: Pedro, cuenta esa historia que tan bien sabes y tan mal dices. Pedro se levanta y dice:
Era una noche oscura y tenebrosa...
Más o menos eso es lo que pasó el día que se nos ocurrió a Marcos, Luis, Nohelia,
Dani de BCN y a mí subir al Refugio en lo alto
del Teide, a 3500 m de altura, por el camino de Montaña Blanca. Cayó la noche a mitad de camino
y no pudimos terminar la excursión. A Dani le entró el mal de altura, sólo teníamos una
linterna, cuyas pilas estaban a punto de acabarse, el ambiente entre nosotros estaba bastante
enrarecido y no teníamos ni idea de cuánto nos faltaba para llegar al Refugio. A lo lejos, varias tormentas (¿o eran cohetes voladores en algunas
fiestas patronales?) No tuvimos otra opción que deshacer el camino recorrido, en la oscuridad de la noche
y por caminos peligrosos. Al final todo quedó en una anécdota...
 Montaña Blanca. En las colinas del fondo, está el Observatorio de Izaña
Visita a Izaña
Y llegó el turno del Eclipse de Sol
El 11 de agosto de 1999 se produjo el último eclipse total de Sol. Por desgracia,
la franja de totalidad se encontraba muy lejos de Canarias, ya que atravesaba Europa
Central. Desde La Laguna, el eclipse fue parcial. A pesar de ello, se organizó una
jornada de observación del fenómeno astronómico para el público en general desde el
Museo de la Ciencia y el Cosmos, situado junto al IAC.
Masca, las Cañadas y Concierto en la playa
Uno de los mejores días del verano fue toda una experiencia: Desde el pueblo de Masca,
en el extremo oeste de Tenerife, un lugar lleno de palmeras y vegetación, hay
un camino entre acantilados que conduce hasta el mar. Una excursión completamente recomendada,
a través de un paisaje sin igual. Aproximadamente en cuatro horas, se llega a una
pequeña cala en la que se agradece un chapuzón tras el calor pasado. A este lugar
sólo se puede llegar en barco o por el camino antes mencionado. Así que no es de extrañar
que una compañía de barcos de turismo recoja a los turistas que han llegado hasta allí y
los lleve a la localidad cercana de Los Gigantes en un pequeño paseo por el océano.
Tras regresar adonde teníamos aparcado el coche, aprovechamos la ocasión de ver el atardecer
desde las Cañadas del Teide. Realmente llegamos con el tiempo justo. Nada más bajarnos del
coche, un Sol con un rojo intensísimo atravesó las nubes más cercanas al horizonte, y en
menos de cinco segundos, terminó el atardecer más fugaz pero impresionante que he visto nunca.
¿Y para rematar el día? Nada más que ir a un concierto en la playa de Los
Cristianos: Son Latino. Música latina en la que destacó la presencia de Hevia (al que se le
estropeó la gaita electrónica), el grupo canario Sin Fundamento, con su emblemática canción del
Higo Pico, Pancho Céspedes, que durmió al personal, Compay Segundo, con más marcha que
ninguno a pesar de su edad y, cómo no, el canario por excelencia, Pedro Guerra y "La Lluvia
nunca vuelve hacia arriba", la verdadera canción del verano (con permiso de Lou Bega y su
Mambo No. 5).
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